Formación en Radiofísica Hospitalaria (RFIR)
El R.F.I.R. (Radiofísico Interno Residente o Físico Interno Residente) es un sistema de formación desarrollado por el Ministerio de Sanidad y Consumo, cuyo objetivo final es la creación de especialistas en Radiofísica Hospitalaria. Se podría decir que es un sistema de formación homólogo al
M.I.R de medicina. (puedes consultar el Real Decreto 220/1997 por el que se crea y regula la obtención del título oficial de Especialista en Radiofísica Hospitalaria (B.O.E. 1 de Marzo de 1997).
La Residencia en Radiofísica Hospitalariaes la vía de formación sanitaria especializada que habilita a los físicos para convertirse en especialistas clínicos en el uso de radiaciones médicas en radioterapia, diagnóstico por imagen, medicina nuclear y protección radiológica.

Acceso
-
Se accede a través del examen estatal RFIR, convocado anualmente por el Ministerio de Sanidad.
-
Pueden presentarse graduados o licenciados en Física (y titulaciones afines aceptadas).
-
La adjudicación de plazas se realiza en función de la puntuación obtenida en el examen y el expediente académico.
Duración y estructura
-
Duración total: 3 años.
-
El residente se incorpora a un servicio hospitalario de Radiofísica acreditado, donde desarrolla una formación eminentemente práctica.
-
Durante este tiempo debe adquirir, por la práctica supervisada, todas las competencias básicas de la especialidad.
-
La formación se compagina con estudio teórico, siempre bajo la supervisión de los radiofísicos titulares del servicio.
Tutoría y evaluación
-
Cada residente cuenta con un tutor responsable de su proceso formativo.
-
Se realiza una evaluación anual, que se comunica al Ministerio de Sanidad a través de la Comisión de Docencia del hospital.
-
La superación de todas las evaluaciones permite la obtención del título oficial de Especialista en Radiofísica Hospitalaria.
Rotaciones formativas
La residencia se organiza mediante rotaciones por las distintas áreas de la especialidad:
-
Radioterapia → Suele ocupar la mayor parte de la formación (aprox. 18 meses). Incluye planificación de tratamientos, dosimetría y control de calidad de aceleradores.
-
Radiodiagnóstico → Control de calidad de equipos de rayos X, TAC y RM, con énfasis en la optimización de dosis al paciente.
-
Medicina Nuclear → Dosimetría de radiofármacos, control de calidad de equipos PET/SPECT y aspectos de seguridad.
-
Protección Radiológica → Seguridad de pacientes, personal y público, gestión de residuos y cumplimiento normativo.
Además, algunas unidades docentes contemplan rotaciones externas en hospitales cercanos que disponen de técnicas específicas de interés. Estas estancias breves deben contar con la aprobación de la Comisión de Docencia del hospital.


Perspectiva profesional
Una vez finalizada la residencia, el especialista en Radiofísica Hospitalaria obtiene el título oficial de Físico Médico y puede desarrollar su labor en distintos ámbitos del sistema sanitario y científico:
-
Servicios hospitalarios: en radioterapia, medicina nuclear y diagnóstico por imagen, donde se encarga de la planificación de tratamientos, el control de calidad de los equipos y la optimización de las pruebas diagnósticas.
-
Protección radiológica: velando por la seguridad de pacientes, profesionales y público frente al uso de radiaciones ionizantes en hospitales, clínicas e instalaciones industriales.
-
Investigación y docencia: en universidades, centros de investigación y hospitales de referencia, impulsando proyectos de innovación tecnológica, publicando en revistas científicas y formando a futuros especialistas.
-
Organismos reguladores y de control: colaborando con instituciones nacionales e internacionales en tareas de supervisión, elaboración de normativa y evaluación de instalaciones radiológicas y médicas.
Un campo en expansión: la protonterapia
En los próximos años, el papel del físico médico cobrará aún mayor relevancia con la llegada de nuevas tecnologías como la protonterapia, una modalidad de radioterapia de altísima precisión que permite administrar la dosis casi exclusivamente al tumor, reduciendo la irradiación de los tejidos sanos circundantes.
-
Actualmente existen dos centros privados operativos en España (en Madrid y en la Clínica Universidad de Navarra).
-
Gracias a un plan impulsado por el Ministerio de Sanidad y la donación de la Fundación Amancio Ortega, están en marcha más de diez proyectos de unidades públicas de protonterapia distribuidas en varias comunidades autónomas (Madrid, Andalucía, Galicia, Comunidad Valenciana, País Vasco, Canarias, entre otras).
-
Se prevé que en los próximos años España se sitúe como uno de los países europeos con mayor acceso a protonterapia, lo que supondrá nuevas oportunidades laborales y de investigación para los físicos médicos.
Este despliegue implica:
-
Nuevos retos formativos: será necesario especializar a los físicos médicos en técnicas de dosimetría y control de calidad específicas de protones.
-
Mayor demanda profesional: cada unidad necesitará equipos de físicos médicos dedicados a la planificación, verificación de tratamientos y seguridad radiológica.
-
Potencial de investigación clínica: con más pacientes tratados, aumentará la posibilidad de generar estudios comparativos y ensayos clínicos que consoliden la eficacia de esta técnica en distintos tipos de cáncer.
En definitiva, la proyección profesional de la Física Médica en España no solo abarca los campos tradicionales de la radioterapia, la medicina nuclear y el diagnóstico por imagen, sino que se expande hacia áreas de vanguardia como la protonterapia, consolidando el papel del físico médico como un profesional clave en la medicina del presente y del futuro.